Historia de Palestina

Acuerdos

Tras la Guerra del Golfo que supuso el debilitamiento de Irak como potencia regional, que trastocó las alianzas en Oriente Medio y debilitó a la OLP, los Estados Unidos decidieron diseñar un nuevo orden regional que asegurase la estabilidad necesaria para sus intereses económicos (abastecimiento de hidrocarburos, mercados, etc). Para ello se hacía imprescindible resolver el conflicto árabe-israelí. Es así que, suplantando a las Naciones Unidas, forzaron a las partes, árabes e israelíes, a entablar negociaciones directas.

A finales de octubre de 1991 se celebró en Madrid la Conferencia Internacional de Paz para Oriente Medio, en la que participaron Israel y sus vecinos árabes. Los palestinos estuvieron representados por dirigentes de los territorios ocupados, en el seno de la delegación jordana. En la Conferencia se establecieron dos canales de negociaciones: encuentros bilaterales entre Israel y vecinos árabes para tratar sus contenciosos específicos; y encuentros multilaterales para los asuntos que afectan a todos: agua, refugiados, cooperación económica, seguridad …

En junio de 1992 los laboristas israelíes, más partidarios de un compromiso con los palestinos, volvieron al gobierno y retomaron las negociaciones. De inmediato constataron las dificultades para avanzar en las negociaciones bilaterales con los palestinos y la ineludibilidad de negociar directamente con la OLP. Ante los posibles costes internos de tal iniciativa se estableció un canal secreto de negociaciones entre laboristas y OLP, que daría resultados a mediados de 1993.

En septiembre de 1993 la OLP y el gobierno de Israel firmaron el Acuerdo de Oslo: las dos partes se reconocían mutuamente y suscribían una Declaración de principios para el autogobierno de los palestinos (DOP). En ella se establecía un período transitorio de 5 años, a lo largo del cual se fomentaría la confianza mutua, se establecería una primera área autónoma y se irían abordando gradualmente los diferentes aspectos de la disputa. El acuerdo fue bien acogido por la mayoría de la población palestina de los territorios ocupados y por la población israelí, aunque también hubo oposición de ciertos grupos de ambas partes. El acuerdo recibió el espaldarazo casi unánime de la comunidad internacional.

A raíz del Acuerdo en los siguientes meses se estableció una administración autónoma palestina, la Autoridad Nacional Palestina (ANP) con competencias limitadas y limitada a Gaza y Jericó, se creó una policía palestina, se liberaron a algunos presos palestinos, se autorizó el retorno de algunos dirigentes de la OLP… En la DOP, los temas más delicados (refugiados, colonos, Jerusalén, estatuto definitivo de la entidad palestina) se pospusieron para una segunda fase.

Sin embargo la prosecución, por parte de Israel, de las actividades de colonización, de la confiscación de tierras y de la judaización de Jerusalén Este, así como los retrasos israelíes en la implementación de los acuerdos y la continuación de facto de la ocupación israelí agudizaron las críticas internas. Ante las protestas palestinas Israel hizo uso de sus instrumentos de coerción: cierres de los territorios, represión, retención de los presos palestinos, etc. En el campo palestino, la oposición al proceso fue liderada por los grupos islamistas, algunos de cuyos grupos recurriría a los atentados indiscriminados contra objetivos israelíes.

En septiembre de 1995 se firmaron los Acuerdos de Taba (Oslo II) que ampliaron las áreas autónomas a las principales ciudades de Cisjordania y las competencias de la ANP. Sin embargo Israel siguió controlando militarmente la mayor parte (el 96%) de los territorios palestinos. En enero de 1996 tuvieron lugar las elecciones palestinas; Arafat fue legitimado como presidente de la ANP y fue elegido un Consejo Legislativo (parlamento).

Del lado israelí también creció la oposición israelí al proceso; los ultranacionalistas clamaron traición y el grueso de la población sintió inseguridad ante la violencia palestina en Israel. En noviembre de 1995 fue asesinado el primer ministro israelí Isaac Rabin a manos de un extremista judío. Los laboristas, defensores del proceso de paz pero que aparecían como incapaces de dar seguridad a su población, perdieron las elecciones de mayo de 1996.

Durante estos últimos tres años la población palestina ha visto como el calendario del proceso de paz se ha atrasado y las medidas previstas no se han cumplido, mientras que sus condiciones de vida se deterioran día a día. El proceso de paz no responde claramente a sus legítimos derechos y no resuelve integralmente la cuestión palestina.

La comunidad internacional ha repetido en numerosas ocasiones la necesidad de alcanzar un acuerdo negociado (ni violento, ni unilateral), justo (que no legitime la violencia pasada y que recoja los justos derechos de las partes) y duradero. Sin embargo el inicio de las conversaciones para resolver la cuestión palestina y pacificar la región no ha sido el resultado de la presión de esa comunidad internacional, ni se ha basado en las numerosas resoluciones de NNUU, sino se ha debido al interés norteamericano de estabilizar la región. Esta postergación de encontrar una solución justa ha marcado y dificultado todo el proceso.

Sólo habrá paz en Israel y en los Territorios Palestinos cuando se de respuesta al fondo de la cuestión palestina. Una paz justa sólo es posible abordando las raíces del conflicto, atendiendo a los legítimos derechos de las partes y creando condiciones para la plena realización de los proyectos colectivos de las dos poblaciones.

Pretender una pacificación funcional sin resolver las causas, sólo pospone un nuevo brote del conflicto. Abordar las causas y la globalidad del conflicto requerirá sin duda la más amplia presión internacional, y mediar para generar confianza, consolidar un marco para el diálogo, identificar medidas concretas y llevar a cabo actividades cooperativas.

Dada la desigualdad de las partes, la creación de condiciones para una paz duradera ha de traducirse ante todo en un firme apoyo internacional a la parte palestina para que logre una mayor autonomía económica y se consolide institucionalmente, en suma ayudar a la viabilidad del Estado palestino. Para ello se hace imprescindible superar el tutelaje norteamericano al proceso de paz, y ampliar y diversificar el involucramiento internacional.

Décadas de conflicto han generado un sustrato de desconfianza mutua y demonización del otro que dificultan el diálogo y la cooperación. Su superación no es tarea de unos pocos años. Sólo un apoyo internacional amplio permitirá abordar una tarea que habrá de prolongarse en el tiempo

9 de septiembre de 1993

Este hecho se produjo un año después de la victoria del partido laborista en las elecciones israelís (23 de junio de 1992). Yasser Arafat reconoció el derecho a existir al Estado de Israell y Yitzhak Rabin, por su parte, aceptó a la OLP como representante del pueblo palestino. Este reconocimiento mutuo tuvo lugar unos días antes de la firma de la Declaración de Principios (Oslo I) en Washington.

13 de septiembre de 1993

Después de muchos meses de negociaciones secretas propiciadas por el Gobierno de Noruega, el 20 de agosto de 1993, las delegaciones israelí y la jordano-palestina (OLP) llegaron a un Acuerdo (conocido por el nombre de Oslo I), por el cual se abrían las puertas al reconocimiento del Estado de Israel, a la autonomía de Cisjordania y Gaza, y al futuro estatuto de Jerusalén. Este documento regula las relaciones entre las dos partes durante el período provisional de cinco años. Durante estos cinco años se tenían que negociar.

4 de mayo de 1994

Este Acuerdo significó la definitiva puesta en marcha de la Autonomía Palestina (AP) para Gaza el área de Jericó.

Mediante este Acuerdo quedó establecida la dimensión del área de Jericó y la parte de la franja de Gaza que pasaría a manos palestinas (que finalmente supuso 40%). También se acordó el reparto de las competencias entre palestinos e israelís.

La jurisdicción del organismo autónomo incluía la tierra, el subsuelo y las aguas territoriales. Por el contrario, la jurisdicción de la autonomía palestina no incluyó ni las áreas de repliegue israelí (instalaciones militares y asentamientos), ni los ciudadanos israelís.

También quedó limitada la capacidad del organismo autónomo en el campo de las relaciones exteriores (incapacidad de recibir o enviar misiones).

Sin embargo, el Acuerdo habilita al organismo autónomo palestino para establecer acuerdos económicos, de asistencia, culturales, educacionales y científicos y a implementar los planes de desarrollo regional en su jurisdicción.

Por otra parte, este documento especifica la capacidad y la forma de los poderes ejecutivo y legislativo de la autonomía. También explicita las bases y las condiciones para la creación de una policía palestina. Ésta tendrá fuertes restricciones en su actuación, pero sobre todo por lo que respecta a la adquisición y uso de armas de fuego.

28 de septiembre de 1995

Mediante este Acuerdo se regulaba y se extendía el régimen de autonomía en Cisjordania.  Recordemos que Oslo I sólo hacía referencia a la franja de Gaza y la zona de Jericó.

Según este Acuerdo, Cisjordania (excepto el municipio de Jerusalén) quedó dividida en tres zonas -zonas de tipo A, B y C.

El Acuerdo estableció que las zonas de tipo A quedarían totalmente bajo control de la autoridad palestina. Las zonas de tipo A comprendían Jericó y todas las ciudades palestinas importantes (Yénin, Nablus, Tulkarem, Kalkilya, Ramallah, Belen y Hebrón).

Las zonas de tipo B serían aquellas donde el control de la AP no sería total. La AP sólo tendría el control de los municipios, pero el Ejército israelí tendría la potestad de entrar y actuar para reprimir el terrorismo. Las zonas de tipo B de Cisjordania están formadas por una docena de regiones rurales y todas las ciudades pequeñas de población palestina. El conjunto de las zonas A y B con apenas ocupan 30% del territorio, pero concentran 90% de la población palestina de Cisjordania.

Las zonas de tipo C serían aquellas que quedarían totalmente bajo control israelí. Este territorio comprende 70% de Cisjordania (las mejores tierras, toda la ribera oeste del río Jordano y el mar Muerto) y comprende todas las colonias judías.

El resultado de esta división es que las zonas bajo control palestino (A y B) quedan aisladas y ni siquiera tienen continuidad territorial. Todas las zonas palestinas quedan rodeadas por enclaves israelís con presencia del Ejército.

La primera retirada del Ejército israelí (zonas A) se produjeron en diciembre de 1995, pero no fue completa. Los problemas sugieron en la ciudad de Hebrón. Un grupo de judíos ultraortodoxos en el centro de la ciudad de la ciudad retrasó esta salida hasta el 19 de enero de 1997.

Protocolo para el repliegue en Hebrón

18 de enero de 1997

Mediante este Acuerdo, ya bajo el mandato del primer ministro Netanyahu, se produjo la retirada israelí de la ciudad de Hebrón (un año más tarde de lo que preveía Oslo II). Pero esta retirada no fue total. El Ejército israelí sólo se retiró de 80% de la ciudad. Esto provocó la división de la ciudad en dos. Este Acuerdo sólo supuso el primer de los tres repliegues previstos en Oslo II.

23 de octubre de 1998

Las conversaciones de Wye en octubre de 1998 tenían el objetivo de desbloquear el proceso de implementación del repliegue israelí en Cisjordania previsto en Oslo II.

Una vez más, Israel jugó la carta de la inseguridad para bloquear el proceso. Israel se negó a ceder más territorio amparándose en su percepción de que la AP no controlaba de forma suficiente a los grupos violentos.

Finalmente, se llegó a un Acuerdo muy forzado por Bill Clinton. Mediante este Acuerdo, Israel se comprometió a ceder 13 % (zona de tipo C), es decir, a lo que ya estaba obligado por el Acuerdo interino (Oslo II). De este 13% (C), 1% tenía que pasar a zona de tipo A y 12% restante a zona de tipo B. A cambio, la AP aceptaba la supervisión de EUA en la lucha contra los grupos y actor violentos.

Para esta tarea, el Acuerdo de Wye establece la creación de un Comité EUA-palestino y un Comité tripartito EUA-israelí-palestino. Según el Memorándum de Wye River, el timing para su aplicación quedó estipulado en 3 meses (al final de enero de 1999).

4 de septiembre de 1999

Mediante este acuerdo las dos partes, el Estado de Israel y la Organización para la Liberación de Palestina, se comprometieron a implementar todos los acuerdos firmados desde septiembre de 1993 (reconocimiento mutuo y acuerdos de Oslo). También profundizaron sobre los diversos temas pendientes: negociaciones respecto al estatus final permanente de los territorios ocupados, despliegue israelí y extensión del territorio y responsabilidades de la Autoridad Palestina, liberación de prisioneros, el puerto marítimo de Gaza, la comunicación terrestre entre Gaza y Cisjordania, la ciudad de Hebrón, seguridad, etc.

Para el que hace a la negociación del Estatus permanente, ambas partes se comprometen a reprender los contactos en los términos acordados en la agenda y de forma fluída, para llegar a un acuerdo final antes de cinco meses desde la represa de los contactos (que formalmente se reprendieron en septiembre de 1999). En el texto del acuerdo ambas partes afirman entender que la negociación ha de llevar a la implementación de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La delegación palestina, pero, reconoció que también será necesario cumplir las resoluciones 194 (1948) de la Asamblea General de las Naciones Unidas (retorno de los refugiados) y 465 (1980) del Consejo de Seguridad (desmantelamiento de los asentamientos judíos de los territorios ocupados) para llegar a una solución satisfactoria. El Acuerdo para el estatus permanente habría de llegar, según lo establecido al documento y los acontecimientos (1a y 2a de las nuevas fases del despliegue finalizadas en marzo de 2000), durante el mes de septiembre del año 2000. Que se llegue a un acuerdo dependerá de las mismas negociaciones y de la estabilidad del Gobierno israelí de Ehud Barak.

Para el que hace proceso de repliegue israelí los territorios ocupados de Gaza y Cisjordania, el acuerdo prevé la puesta en marcha de tres nuevas fases:

– 5 de septiembre de 1999: transferencia de 7 % de zona C a zona B.

– 15 de noviembre de 1999: transferencia de 2 % de zona B a zona A; 3 % de zona C a zona B.

– 20 de enero de 1999: transferencia de 1% de zona C a zona A;  5,1 % de zona B a zona A.

Como resultado de los dos primeros repliegues, finalizados durante el mes de marzo de 2000, 18 % del territorio de Cisjordania es actualmente zona A y el 21 % zona B.

Según el Ministerio de Asuntos Exteriores isaraelí (18 de junio de 2000), 40 % del territorio de Cisjordania está bajo control de la Autoridad (Nacional) Palestina.

Para el que hace a los prisioneros, ambas partes se comprometieron a poner en marcha un comité conjunto para solucionar y supervisar el cumplimiento del acuerdo. Israel se comprometía a liberar a todos los presos palestinos que cometieron delitos antes del 13 de septiembre de 1993 y que fueron detenidos antes del 4 de mayo de 1994. La primera fase quedó fijada para el 5 de septiembre de 1999 (200 presos) y la segunda, para el 8 de octubre de 1999 (150 prisioneros. Asimismo, Israel se comprometió a intentar liberar a todos los presos palestinos antes del siguiente Ramadán (diciembre de 1999).

Para la construcción del puerto marítimo de Gaza, los israelíes aceptaron que la Autoridad Palestina comience las obras el día 1 de octubre de 1999. También acordaron que no estaría abierto al funcionamiento hasta que viera la luz un protocolo que definiera los aspectos de su funcionamiento, incluida la seguridad y el control de movimiento de mercaderías y personas.

En este acuerdo también se habló de la ciudad de Hebrón(compromiso para la revisión de la situación de la Tumba de los Patriarcas -Al Haram Al Ibrahinmi–, y para la apertura de la carretera de Shusada a los vehículos palestinos), y de la seguridad. En este último punto, la Autoridad Palestina se comprometió a implementar todas las obligaciones de los acuerdos previos, pero especialmente las que se derivan del Memorándum de Wye River (confiscación de armas ilegales o no controladas en los territorios bajo su control o zonas A y B, la detención de sospechosos y la confección de la lista de nombres de los miembros de la policía palestina).

Al mismo tiempo, ambas partes se comprometieron a no hacer ningún paso para modificar el actual estatus de Cisjordania y la Franja de Gaza, en la espera de las negociaciones sobre el Estatus Permanente.

Un refrán árabe dice que la paciencia es la llave de la felicidad. De ser cierto, los palestinos deberán seguir siendo pacientes si quieren proclamar algún día el nacimiento de su Estado. Esto es al menos lo que podía deducirse cuando se interrumpieron las negociaciones que se celebraron en la residencia presidencial de Camp David (Maryland) en el verano de 2000. El momento elegido para la celebración de esa ronda intensiva de conversaciones no fue casual. En realidad, la cumbre de Camp David fue condicionada por una serie de acontecimientos registrados en la región en los meses anteriores:

La reciente desaparición del presidente sirio Hafez al-Asad que relegó la paz israelo-siria a un segundo plano hasta que su hijo, BASHAR, fuese capaz de asentar su autoridad.

La intención de Yasir Arafat, presidente de la ANP, de declarar unilateralmente la creación de un Estado el 13 de septiembre siguiente, cualesquiera que fuesen los resultados de las conversaciones de paz.

La disposición de la UE a reconocer este Estado, tal y como señaló en su Declaración de Berlín emitida en la Cumbre de Jefes de Estado de los Quince el 25 de marzo de 1999.

El deseo del presidente Bill Clinton de pasar a la Historia como el artífice de la paz palestino-israelí y el responsable de la finalización del conflicto de Oriente Medio.

Para facilitar el avance del proceso de paz, la administración estadounidense defendió durante años el argumento de «la ambigüedad constructiva», según el cual los asuntos más delicados serían relegados al período final de las negociaciones para evitar un colapso. Después de varios años de aplazamiento llegó la hora de la verdad: el momento de abordar el estatuto de Jerusalén, la situación de los 200.000 colonos que viven en asentamientos sobre territorios palestinos y el futuro de los cuatro millones de refugiados residentes en los países árabes vecinos.

Los puntos claves

A pesar de que la cumbre de Camp David se caracterizó por su secretismo, es posible resumir las POSICIONES que tuvieron las dos delegaciones recuperando el contenido de las negociaciones secretas celebradas en Estocolmo durante el mes de junio de 2000, filtrado por el diario conservador israelí Yediot Ahronot.

Israelíes y palestinos consideran a JERUSALÉN como su capital irrenunciable, con la salvedad de que Israel ocupa la parte oriental de la ciudad desde 1967 y desde entonces se ha obstinado en separarla físicamente de Cisjordania por medio de una serie de barreras policiales, carreteras de circunvalación y círculos concéntricos de asentamientos. En un futuro, Israel pretendería imponer su soberanía sobre la ciudad, pero los palestinos exigen el control de los barrios árabes y los lugares santos musulmanes y cristianos.

El asunto de los asentamientos de colonos judíos levantados en los últimos 30 años en CISJORDANIA Y GAZA no tiene tampoco una solución sencilla debido a que el gobierno israelí pretende anexionarlos, mientras que los palestinos reclaman su desmantelamiento. Entre las alternativas que se barajaron en Estocolmo figuraba la anexión israelí de las mayores concentraciones de asentamientos (entre un 8% y un 10% del territorio palestino) a cambio de una cesión de territorio israelí en el área fronteriza de Gaza. De esta manera, gran parte de los 200.000 colonos quedaría bajo soberanía israelí, mientras que otros 40.000 deberían elegir entre el retorno a Israel o vivir en un Estado palestino.

El futuro de los REFUGIADOS es el asunto más delicado ya que afecta a cerca de cuatro millones de palestinos que se vieron forzados al exilio tras las guerras de 1948 y 1967. La mayor parte de ellos viven en Cisjordania, Gaza, Jordania, El Líbano y Siria. La resolución 181 de la Asamblea General de la ONU reclama el retorno a sus hogares o su compensación monetaria. El regreso es una opción improbable debido a que sus tierras y posesiones han sido embargadas por Israel en virtud de la Ley de Ausentes, y su llegada plantearía un problema de primera envergadura ya que amenazaría el carácter judío de Israel. Por ello, EEUU e Israel consideraban que la mejor opción sería la naturalización de los refugiados en los países de acogida, y su compensación por medio de la creación de un fondo internacional de 100.000 millones de dólares que se distriburían de la siguiente manera: 40% para los palestinos, 40% para Jordania, y el 20% restante a repartir entre Siria y El Líbano.

¿Por que fracaso Camp David?

La extrema complejidad de estas tres cuestiones explica el FRACASO de la cumbre de Camp David. Tanto el primer ministro israelí Ehud Barak como el presidente palestino Yasir Arafat reiteraron una vez tras otra la existencia de unas líneas rojas que no sobrepasarían por muchas presiones que recibiesen. Para ambos, el acuerdo final debería respetar unos mínimos elementales que satisfaciesen a las opiniones públicas israelí y palestina.

Aunque ambos líderes necesitaban un balón de oxígeno que justificase las posibles concesiones a presentar en un futuro en el marco de un acuerdo final, parece claro que no se encontraban en la misma situación. Desde su arranque, el proceso de paz ha evidenciado un DESEQUILIBRIO evidente entre israelíes y palestinos. ISRAEL cuenta con el respaldo inequívoco de EEUU, es la mayor potencia militar y económica de la región, y tutela las actividades de la autonomía palestina. La ANP, de su parte, es sumamente vulnerable a las presiones exteriores, especialmente de sus dos principales valedores —EEUU y la UE—, y únicamente cuenta con la fuerza de saberse poseedora de la razón. Como recordaba Abdallah Hurani, eminente político palestino, en un artículo publicado en la prensa árabe, «todos los asuntos a negociar se encuentran en manos de Israel: la tierra, los refugiados, Jerusalén y la colonización. La parte palestina no puede ofrecer a los israelíes nada más que la paz».

6 de mayo de 2001
El Informe Mitchell es el resultado del mandato del Presidente Clinton (octubre de 2000) a una comisión de expertos, encabezada por el senador norteamericano George J. Mitchell, para que estudiasen la situación de violencia generada en Israel y en los territorios ocupados, sus causas y las posibles salidas. Este informe describe la situación creada por la denominada “Intifada de Al-Aqsa”, inaugurada a partir de la visita de Ariel Sharon a la explanada de las Mezquitas, y cuales son los pasos a seguir por las dos partes para detener la violencia, construir de nuevo la confianza entre los interlocutores y retomar las conversaciones de paz. El informe evita en todo momento responsabilizar a Israel y la visita de Sharon a la explanada de las Mezquitas, como detonante de la violencia. Como contrapartida también admite que la nueva intifada es una reacción no planificada desde la Autoridad Palestina. En este sentido, más que un informe, el escrito parece una declaración pactada. El informe trata de desglosar los pasos necesarios para retomar la vía de la negociación. En una primera fase, deben tomarse medidas para poner fin a la violencia, para a continuación sentar las bases de una nueva confianza mutua. En una tercera y última fase el informe hace una serie de recomendaciones a las partes con el objeto de retomar las negociaciones. A la Autoridad Palestina le reclama una total firmeza en la lucha contra el terrorismo proveniente del lado palestino, y la reanudación de la cooperación en materia de seguridad con Israel y los supervisores de los EE.UU. (la CIA). Esa cooperación debe transformarse en un mayor control de los grupos radicales y de los palestinos que van a trabajar a Israel, y evitar así, la proliferación de atentados suicidas en territorio israelí. Por otro lado, el informe recomienda al gobierno israelí la puesta en marcha de varias medidas. En primer lugar, detener toda construcción de nuevos asentamientos de población o ampliación de los ya existentes en los territorios ocupados, ni siquiera para hacer frente al crecimiento demográfico. Una de las excusas habituales del gobierno israelí es que la ampliación de los asentamientos responde únicamente a la necesidad de hacer frente al crecimiento de la población. En segundo lugar, que Israel devuelva sus efectivos militares a las posiciones que ocupaba antes del 28 de septiembre de 2000. El informe también recomienda a Israel que ponga fin a la política de cierre de territorios, que no permite acudir a trabajar a un importante número de palestinos, aumentando si cabe la crisis económica que padecen los territorios ocupados. Por último, el informe recomienda a Israel que responda de manera proporcionada a las provocaciones y a los disparos que provengan de zonas palestinas, y a ser posible que utilice armas no-letales. Recomendamos la lectura del documento, que en algunas afirmaciones realiza verdaderas acrobacias verbales para evitar hacer acusaciones obvias a alguna de las partes.

Crear un clima de confianza que permita reanudar el proceso de paz y, en último término, alcanzar la independencia palestina. Ese es el principal objetivo que inspiró la Hoja de Ruta, el plan de paz elaborado por el Cuarteto de Madrid (EEUU, UE, Rusia y la ONU) para aportar luz al conflicto de Oriente Próximo. El incremento de la violencia y la política de «hechos consumados» basada en alterar por la fuerza la naturaleza de los territorios ocupados han sido los principales obstáculos que, por el momento, han convertido el proyecto en simple papel mojado.

La Hoja de Ruta prevé el establecimiento de un Estado palestino, primero con un carácter difuso a finales de 2003 y después a finales de 2005 con «unas fronteras seguras y reconocidas» (como reclama la resolución 1397 del Consejo de Seguridad de 12 de marzo de 2002) en el marco de un acuerdo global en Oriente Medio. Como en los fracasados Acuerdos de Oslo, reclama un proceso de paz por etapas basado «en el principio de ‘tierra a cambio de paz’ de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad», pero —y aquí está la novedad— también «en la resolución 1397, así como en los acuerdos previamente alcanzados por las partes, y en la iniciativa árabe propuesta por el príncipe heredero saudí Abdallah y respaldada por la Cumbre Árabe de Beirut».

Es decir: un proceso que ofrezca a los palestinos un Estado independiente en un contexto de plena normalización de relaciones entre Israel y el mundo árabe. Es imprescindible que el emergente Estado sea viable y no un «Estado difuso» como pretende imponer Israel: es decir un Estado sin unas fronteras claras y con una soberanía limitada.

La implicación de la Comunidad Internacional

El Cuarteto nació en 2001 con la intención de cerrar el círculo vicioso de violencia y desesperación iniciado con la irrupción de la Intifada y proseguido con su desmedida represión por parte del Gobierno Sharon. En cierta medida, la implicación de la comunidad internacional reconoce el fracaso de EEUU que, debido a su estrecha alianza con Israel, ha sido incapaz de ejercer como un mediador honesto entre las partes.

El embajador Miguel Ángel Moratinos, representante especial de la Unión Europea para la zona, describía la situación de manera gráfica al considerar que «una vez agotadas las expectativas creadas con la llegada del gobierno laborista de Ehud Barak y tras la falta de acuerdo a pesar del compromiso activo del presidente Clinton, se hicieron patentes los límites del ‘sacrosanto’ modelo de la pax americana». El propósito sería, a partir de entonces, «cambiar la metodología de trabajo e intentar compartir la pesada carga de la mediación en Oriente Próximo con otros actores internacionales».

Un calendario incumplido

La Hoja de Ruta fijó tres fases claramente delimitadas:

HASTA MEDIADOS DE 2003. Final del terrorismo y la violencia, normalización de la vida de los palestinos, reforma de las instituciones palestinas, congelación de la colonización israelí de los territorios palestinos (incluido el “crecimiento natural de los asentamientos”).

DE MEDIADOS A FINALES DE 2003. Aprobación de una Constitución palestina y creación de un Estado con «fronteras provisionales» en el marco de una Conferencia Internacional como paso intermedio a una solución definitiva.

2004-2005. Solución permanente de las cuestiones pendientes (refugiados, Jerusalén, asentamientos y fronteras) y celebración de una segunda Conferencia Internacional que ponga punto final al conflicto israeli-palestino y normalice las relaciones entre Israel y el mundo árabe.
Ante el incumplimiento de este calendario, la Unión Europea anunció en octubre de 2004 su intención de poner en marcha un nuevo plan, respetando los principios básicos fijados en la Hoja de Ruta, para garantizar la existencia de un futuro Estado palestino.

1a Intifada

A raíz de un incidente ocurrido en Gaza, a principios de diciembre de 1987, los palestinos de la ribera Occidental y de Gaza se levantaron contra la ocupación Israelí, llevando a cabo protestas espontáneas. La intifada de los palestinos prosiguió durante los años subsiguientes y despertó una atención internacional sin precedentes sobre sus aspiraciones nacionales y sobre su inequívoca oposición ala ocupación.

La intifada se vio propiciada por la situación existente en el territorio palestino durante mas de 20 años de ocupación militar, y en particular por las confiscaciones de tierras, los asentamientos de colonos israelíes y las restricciones a las libertades cívica. Desde el inicio de la intimada, palestinos de todos los estratos sociales, jóvenes, comerciantes, trabajadores, mujeres y niños han participado en nutridas manifestaciones, boicoteos económicos, huelgas, actividades de resistencia al pago de impuestos y pedreas como acto de protesta.

Órganos de la ONU, de la época entregaron informes en los que se daba cuenta de las duras medidas adoptadas por las autoridades de ocupación, incluidas la utilización de municiones de guerra contra los manifestantes y las palizas propinadas como castigo ejemplar. Durante la intimada han muerto más de 1000 palestinos y decenas de miles han resultado heridos. Millares de palestinos han sido detenidos e internados en prisiones de Israel y muchos de ellos han sido deportados del territorio palestino ocupado. En los informes se describen casos de malos trataos y de torturas en las cárceles, de utilización de gases lacrimógenos con resultados fatales, de extralimitación en la utilización en las municiones de guerra, de palizas y de otras graves medidas. Además las autoridades de ocupación han recurrido cada vez más a diversas formas de represalias colectivas, como demolición de viviendas, la imposición de toques de queda prolongados y la adopción de mediadas económicas restrictivas.

El sistema de enseñanza se paralizo causa del cierre prolongado de escuelas y universidades y de la prohibición de impartir enseñanza extraescolar. Se impusieron restricciones a los servicios sociales y se declararon fuera de la ley ciertos medios de comunicación y organizaciones cívicas. Se talaron decenas de miles de árboles productivos y se destruyeron cultivos. Según los informes recibidos aumento el alcance y la gravedad de los actos de violencia y agresión de los colonos israelíes. En esta situación, los palestinos intentaron, a pesar de todo, superar las graves dificultades económicas recurriendo a la economía de base comunitaria.

Periodo 1990 a 2000

En febrero, el parlamento israelí retira la confianza al gobierno de Nethanyahu quien convoca a elecciones anticipadas para el 17 de mayo.

En marzo, las representaciones diplomáticas de la Unión Europea desconocen la Autoridad de Israel sobre la Ciudad Santa de Jerusalén y reiteran la posición de sus países que consideran esta ciudad un Cuerpo Separado según las resoluciones de Naciones Unidas.

En abril, el comunicado final de la Cumbre de jefes de Gobierno de la Unión Europea reunidos en Berlín reafirma el derecho del pueblo palestino a su autodeterminación y a su Estado Independiente al cual reconocerían cuando sea declarado.

El 4 de mayo, se cumple el plazo de 5 años fijado en los acuerdos de Oslo y con ello se supone que vence el período provisorio y se debe haber finalizado el proceso de negociaciones tendientes a encontrar una solución definitiva (status definitivo).

El 17 de mayo Ehud Barak, gana las elecciones para Primer Ministro israelí y comienza a gestionar la formación de un Gobierno de Unidad Nacional e intenta incorporar a dicho gobierno los sectores de derecha y los religiosos incluso el Partido Likud del derrotado Premier Benjamín Nethanyahu.

El Proceso de Paz esta estancado, Estados Unidos convoca a una Cumbre entre Arafat y Nethanyahu para desbloquear las negociaciones.

En octubre se firma el Memorandum de Wye Plantation, según el cual Israel debe retirarse de 13% de los territorios de la Ribera Occidental. Al poco tiempo Israel congela en acuerdo.

El 15 de enero, se firma el Protocolo de Hebron entre la OLP y el gobierno de Israel según el cual 80% de la ciudad pasa a la Autoridad Nacional Palestina y el centro histórico de la ciudad queda bajo control israelí.

Periodo 1949 a 1989

El ministro israelita de Defensa, Rabin, autoriza el uso de balas de goma contra los manifestantes, incluso aunque estos no lancen piedras ni cockteles Molotov, e incluso aunque solo estén bloqueando la calle o incendiando neumáticos.

El 2 de abril, el Comité Ejecutivo de la OLP nombra a Arafat primer Presidente del Estado Palestino Independiente. El mandato está previsto hasta que el fin de la ocupación israelita permita la celebración de elecciones libres y democráticas.

El 14 de mayo, iniciativa de paz de Shamir, que propone que se realicen elecciones municipales en los territorios ocupados bajo sus condiciones, así como negociaciones para solucionar el conflicto árabe – israelita, sin que esto signifique un reconocimiento a los derechos del pueblo palestino.

El 15 de mayo, las autoridades militares decretan un toque de queda ilimitado que afecta a 650.000 palestinos en franja de Gaza; incluso tras la derogación del decreto ningún árabe tiene derecho a marcharse de la franja de Gaza.

Del 19 al 31 de octubre, y como respuesta al rechazo de los habitantes de Beit Sahur a pagar los impuestos, el régimen militar prohibe a los palestinos salir de sus casas por un período de cuarenta y tres días; decenas de palestinos son encarcelados “por deudas fiscales”.

El 9 de diciembre, la Intifada cumple dos años. Hasta ese momento, la rebelión se ha cobrado ya muchas víctimas palestinas (602 mueren por heridas de bala; 82 por granadas lacrimógenas; 52, como consecuencia de apaleamientos; 86, por razones que hasta la fecha no han sido explicadas. La Agencia Militar de Prensa israelita reconoce la muerte de 535 palestinos. Entre las víctimas de la Intifada, se cuentan 40 israelitas. Alrededor de 70.000 palestino (la mayoría niños y adolescentes) han resultado heridos, algunos gravemente. Durante la Intifada, 59.000 han sido encarcelados y más de cien deportados. Desde el comienzo de la Intifada, los militares israelitas han derribado 60.195 olivos y otros árboles frutales, y han destruido o sellado 1.200 casas. Alrededor de 9.000 personas se encuentran sin abrigo.

El 7 de enero, la desobediencia civil se organiza en Cisjordania y en la franja de Gaza; el 11 de enero, se inicia una huelga general que dura varios días.

El 24 de enero, 100.000 árabes y judíos se manifiestan en Tel Aviv y en Nazaret contra la política de ocupación de Israel.

El 6 de abril, grave incidente en Beita. Se anuncia: “ Joven israelita, lapidada por palestinos”. En realidad se trataba de unos disparos realizados por un joven israelita. Como “represalia” el ejército israelita dinamita catorce casas árabes. Un comando israelita asesina en Túnez un alto dirigente de la OLP, Abu Jihad.

El 31 de julio, el rey Hussein renuncia definitivamente al poder administrativo y jurídico de Cisjordania y declara que la OLP es la única capaz de administrar el territorio.

El 3 de noviembre, la Asamblea Plenaria de la ONU condena a Israel por sus constantes violaciones de los derechos del hombre en los territorios ocupados.

El 15 de noviembre, el Consejo Nacional Palestino proclama en Argel la creación de un “ Estado Palestino Independiente” en los territorios ocupados por Israel cuya capital es… Jerusalén.

El 31 de diciembre, Shamir rechaza el plan de paz de la OLP.

En Cisjordania, 65.000 israelitas se han instalado ya en 118 colonias; en la franja de Gaza, 2.700 israelitas viven en 18 colonias. Frente a ellos, el número de palestinos alcanza casi el millón en Cisjordania y 650.000 en la franja de Gaza.

Primeros motines en Cisjordania, en la franja de Gaza y en Jerusalén-Este (el 8 de octubre).

El 9 de diciembre la protesta contra la política de ocupación israelita se generaliza y da finalmente origen a la “ Intifada” (la sublevación) del pueblo palestino.

Un día antes, en el puesto de control de Gaza, un camión militar israelita choca intencionalmente contra dos coches de trabajadores palestinos del campo de refugiados de Jabalia; cuatro palestinos mueren en el acto, otros siete resultan gravemente heridos.

Durante el entierro de las víctimas, se producen furiosas batallas callejeras en Gaza; la rebelión llega hasta Cisjordania y las piedras se transforman en las armas principales de los palestinos, frente al bien equipado ejercito israelí.

El 21 de diciembre, los árabes que viven en Israel desencadenan una huelga general.

El 22 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU desaprueba el comportamiento brutal del ejercito israelí contra los manifestantes: Israel es acusado de no respetar los derechos del pueblo palestino.

En febrero, los israelíes evacuan el Líbano excepto la “franja de seguridad” del sur del país.

Shimon Peres ss elegido Primer Ministro Israelí.

El 25 de abril, el Sinaí es devuelto a Egipto.

El 6 de junio, Israel invade el Líbano.

El 3 de julio, 70.000 personas se manifiestan en Tel Aviv en favor de la paz con los palestinos. En julio en un intento de “resolver definitivamente” el problema palestino, fuerzas israelíes invadieron el Líbano. Buscaban destruir la estructura militar de la O.L.P. y capturar el mayor número posible de dirigentes y combatientes, anexar la parte sur del Líbano e instalar en Beirut un gobierno dócil. Cercadas en Beirut, las fuerzas palestinas sólo accedieron a retirarse cuando obtuvieron garantía de protección a los civiles por parte de una Fuerza Internacional de Paz.

Las masacres ocurridas en los campamentos de refugiados de Sabra y Shatila demostraron lo ineficaz de tal protección, pero la O.L.P. logró transformar en victoria política y diplomática lo que parecía una derrota total. El cuartel general de la organización pasó a instalarse en Túnez y en recorrida por Europa Yasser Arafat fue recibido con honras de Jefe de Estado en varios países, en particular El Vaticano.

Las unidades de la OLP, situadas desde mediados de junio en Beirut-Oeste, se ven obligadas a retirarse del Líbano (el 30 de agosto).

En septiembre Yasser Arafat instala su sede central provisional en Túnez.

A final de octubre, comienza la construcción de una nueva “ciudad de repoblación” (asentamiento judío) en pleno centro de Hebrón.

El 15 de diciembre, en Jerusalén, el Congreso Sionista Mundial desaprueba la política de implantaciones judías de Begin.

En noviembre, huelga general de la población árabe en la franja de Gaza; la región es declarada por Israel zona prohibida. El 14 de diciembre, Israel se anexiona los Altos del Golán.

El Knesset vota la Ley Fundamental, según la cual Jerusalén se convierte en la “capital eterna de Israel”.

La implantación de una colonia judía en Hebrón, decidida por el gobierno Begín, desencadena graves confrontaciones durante dos meses, entre las tropas del ejercito de ocupación israelí y la población palestina.

En marzo, Menahem Begin y Anuar El Sadat firman en Camp David (Estados Unidos) el tratado de paz egipcio – israelita; Israel se compromete a devolver el Sinaí a Egipto.

Estalla la Guerra Civil Libanesa, donde fue involucrada la OLP a raíz de la matanza perpetrada por la falanja Libanesa contra un bus de civiles palestinos en las afueras de un campamento de refugiados.

La Conferencia de la Liga Arabe de las Naciones Unidas reconocen a la OLP como único representante legítimo del pueblo palestino. La ONU concede a la OLP el “status” de delegado observador.

Estalla la cuarta Guerra árabe-israelí (del 6 al 25 de octubre). Las tropas egipcias avanzan por la península del Sinaí, y las Sirias por los Altos del Golán; el 17 de octubre, batalla de tanques en el Sinaí; las fuerzas árabes pierden 1.900 tanques; los israelitas, 800.

El 25 de octubre, el Consejo de Seguridad de la ONU aprueba la resolución 340, preconizando el establecimiento de destacamentos de las Naciones Unidas en las zonas del conflicto. Fundación de una Comisión de Control de las Condiciones del Armisticio, que envía un total de 7.000 hombres a la zona.

En otoño, la totalidad de los refugiados palestinos censados por la UNWRA alcanza la cifra de más de un millón y medio, de los cuales aproximadamente 600.000 viven en campos de refugiados.

En Jordania, la guerra civil árabe, interrumpida por los acuerdos de armisticio suscritos por Hussein y Arafat, desemboca en el famoso Septiembre Negro. Las fuerzas armadas jordanas reprimen a los palestinos con sangre. La OLP es expulsada de Jordania e instala su cuartel general en Beirut.

La batalla de Karameh marca una nueva etapa en la guerrilla palestina, hace que renazca la confianza de los palestinos y refuerza su posición, especialmente frente a los estados árabes. Israel emprende una política ofensiva de represalias masivas.

Yasser Arafat, es elegido Presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) organismo que había sido creado por la Liga de los Países Arabes para representar los intereses del pueblo palestino

Del 5 al 10 de junio, Guerra de los Seis Días. La tercera Guerra árabe – israelita concluye con la aplastante derrota de Egipto, Jordania y Siria. Israel ocupa Cisjordania, la franja de Gaza, el Sinaí y el Golan. La OLP pierde, su base operativa e intensifica sus actividades clandestinas en los territorios palestinos ocupados.

Muchos palestinos del oeste del Jordán se refugian en la zona oriental (Jordania). Este éxodo es considerado como la segunda “catástrofe”. La parte Oriental de Jerusalén fue anexada por Israel (el 28 de junio). Los habitantes de Cisjordania se ven sometidos a la jurisdicción militar israelita.

La resolución 242 de la ONU del 22 de noviembre declara inaceptables las conquistas territoriales obtenidas gracias a la guerra y reclama la retirada de las fuerzas armadas israelitas de los territorios ocupados durante el último conflicto.

En diciembre, bajo la presión de Al Fatah, Chukheiry es destituido en sus funciones de presidente de la OLP.

El plan Allon preside la instalación de las primeras colonias judías en Cisjordania: Israel se apodera también de las “provincias bíblicas” de Samaria y Ribera Occidental del río Jordan, (Cisjordania).

En mayo, fundación de la Organización para la liberación de Palestina (OLP) bajo la dirección de Ahmed Chukheiry.

Fundación del Movimiento para la Liberación Nacional de Palestina, Al Fatah.

Del 20 de octubre al 5 de noviembre, campaña del Sinaí (Segunda Guerra árabe israelita). A pesar de la ocupación de la península del Sinaí de Gaza, la guerra no le aporta a Israel ninguna extensión territorial. Por primera vez, Israel actúa claramente como una base adelantada de las potencias Occidentales en la región. Esta agresión tripartita (Israel, Inglaterra y Francia, contra Egipto de Nasser), pone al descubierto la naturaleza del nuevo Estado y el rol que desempeñaría en el futuro como gendarme de occidente en la zona.

El 20 de julio, el emir Abdallah es asesinado; el 11 de agosto de 1952, uno de sus nietos, Hussein, sucede a su padre, Talal, destituido de sus funciones; es coronado el 2 de mayo de 1953.

El 24 de abril, la ciudad antigua de Jerusalén, así como los territorios árabes de Palestina, son anexionados por Jordania; la denominación Transjordania deja de utilizarse.

Armisticio suscrito por Israel y Egipto (el 14 de febrero), Líbano (el 23 de marzo) Transjordania (el 3 de mayo) e Irak (el 20 de julio); no se firma ningún acuerdo con Siria.

En lugar de 55% previsto por la resolución 181 de la ONU, el territorio ocupado por Israel representa entonces 77% de Palestina; el resto, Cisjordania, es anexionado por Jordania y la Franja de Gaza queda bajo administración militar de Egipto.

Alrededor de 750.000 palestinos son expulsados de los territorios ocupados por Israel y buscan refugio en los países árabes vecinos. La catástrofe (Nakba) traumatiza a los árabes; el derecho al regreso (al auda) se transforma en una reivindicación política.

La resolución 194 de la ONU concede indemnizaciones a los exiliados y a los refugiados palestinos que no quieren o no pueden volver a su país, (no se materializó).

Fundación del UNWRA (Oficina de Socorro y de Trabajos de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en el Próximo Oriente).

La comunidad judía de Palestina se duplica: en el transcurso de los tres primeros años siguientes a la fundación del Estado hebreo, 685.000 judíos emigran a Israel, de los que 304.000 vienen de la Europa del Este. En 1950, el Knesset vota la “Ley del regreso” y concede la nacionalidad israelita a todos los inmigrantes judíos.

Mandato Británico

El 14 de febrero, Bevin declara que Gran Bretaña no se encuentra en situación de poder conciliar los intereses de los dos pueblos que viven en Palestina; propone que el problema sea sometido a las Naciones Unidas.

En la Asamblea Plenaria de la ONU, en mayo, la mayoría se declara a favor de una proposición hecha por el Comité Especial para Palestina que consiste en repartir el país en dos Estados, hebreo y árabe, y en mantener bajo el control de la ONU una parte del territorio (el Gran Jerusalén).

Las naciones Unidas aprueba el plan de partición habiendo en ese momento 749.000 árabes y 9.250 judíos en la mitad que correspondería al estado árabe y en la parte adjudicada al estado judío vivían 497.000 árabes y 498.000 judíos.

El ministro soviético de Asuntos Exteriores, Gromyko, declara que sería injusto negarle al pueblo judío el derecho a fundar su propio Estado tras los sufrimientos padecidos en el transcurso de la Segunda Guerra Mundial. Se produce un ataque sionista contra un casino de oficiales británico en Jerusalén y numerosos atentados contra las instalaciones y unidades británicas en Tel-aviv, esto para distraer la atención de tropas de seguridad a fin de permitir la entrada clandestina de un barco cargado de inmigrantes.

El 17 de noviembre, Golda Meir se reúne con el emir Abd Allah en la región fronteriza de Transjordania; el emir asegura que no atacará al Estado judío, pero declara estar decidido a anexionar la parte de Cisjordania.

El 29 de noviembre, la Asamblea Plenaria de la ONU aprueba el reparto de Palestina en dos Estados; Gran Bretaña debe retirar sus tropas antes del 1 de agosto de 1948. La resolución 181 de la ONU preconiza una estricta delimitación de los dos Estados, según la cual las ciudades de Jaffa, Akka, Nazaret y Beersheba deberán formar parte del Estado árabe.

Los árabes palestinos se sublevan en contra del reparto de Palestina; la Liga Árabe (fundada en 1945) protesta.

Una comisión angloamericana encargada de realizar encuestas sobre la cuestión Palestina, creada por el ministro británico de Asuntos Exteriores, Bevin, recomienda que se autorice inmediatamente la inmigración de 100.000 judíos, así como que sea abolida la prohibición de la venta de tierras a los judíos (30 de abril).

El plan Morrison-Grady propone el reparto de Palestina en cuatro regiones: judía (17%), árabe (40 %) y dos distritos británicos (43 %); el resto del país se vería sometido a la autoridad de un alto comisario británico.

Rechazo categórico por ambos lados. El 22 Congreso sionista de Basilea (en diciembre) así como los árabes palestinos, se niegan a participar en una Conferencia sobre Palestina que tiene lugar en Londres.

La Irgun Svai Leumi (Banda paramilitar sionista) destruye, con explosivos, un ala del Hotel King David, en Jerusalén con un saldo de 76 muertos y 46 heridos y 29 desaparecidos.

La inmigración clandestina de judíos a Palestina aumenta considerablemente.

Creación de la Liga de Estados Árabes, integrado por 21 países. Entre sus objetivos esta el fortalecimiento de los vínculos entre los estados miembros y la coordinación de acción política.

La tendencia anti británica de los sionistas se expresa en el Movimiento de Resistencia Hebraico (Tenuat hameri ha-ivri) proveniente de organizaciones clandestinas activas desde hace años: Haganah, Irgun y Lechi.

Haim Weizmann pide, en enero, que se realice una especie de Commonwealth judía en Palestina.

En mayo, en Nueva York, una conferencia sionista reclama la fundación de un Estado judío en Palestina, así como la creación de un ejercito judío (programa de Biltmore)

La Conferencia de Londres del 17 de mayo decide la creación de un Estado Palestino binacional e Independiente en un plazo de diez años.

Según el Libro Blanco redactado para esa ocasión, la inmigración de judíos a Palestina debe limitarse a 75.000 personas durante los siguientes cinco años. Grupos clandestinos judíos replican con viveza por medio de atentados contra las instituciones británicas.

El movimiento Yishuv organiza la inmigración (alya) ilegal de judíos a Palestina.

La creciente rebelión de los árabes de Palestina es reprimida por los británicos. En octubre, tiene lugar en El Cairo el Congreso Interparlamentario Mundial de los países Árabes e Islámicos para la Defensa de Palestina.

La comisión Peel, creada por el Gobierno Británico, declara el 7 de julio que los objetivos nacionales de los judíos y de los árabes son incompatibles y que las concesiones acordadas a ambos son contradictorias. La comisión recomienda el reparto de Palestina en un Estado hebreo y un Estado árabe, con un enclave británico.

Huelga general de seis meses por parte de la población árabe; rebelión en contra de la inmigración masiva de judíos y del Mandato Británico.

Creación de la primera Intifada en contra de la política británica de favorecer la instalación de colonos judíos en Palestina.

Palestina se transforma en el primer refugio de los judíos provenientes de Europa.

Al principio de la era hitleriana, la comunidad judía de Palestina (Yishuv) está formada por unas 250.000 personas; luego de la Segunda Guerra Mundial, por más de 500.000.

Creación de la Agencia Judía, para financiar la instalación de judíos en Palestina

En la conferencia de San Remo, el 25 de abril, Gran Bretaña es proclamada potencia mandataria en Palestina. Estallan disturbios en Jerusalén; fuerte resistencia árabe al mandato británico

Tras el armisticio del 30 de octubre, el Imperio Otomano se hunde. Tras la evacuación turca de Palestina, Gran Bretaña instaura una administración militar.

El Gobierno británico se declara “a favor de la creación de un hogar nacional judío en Palestina, a la vez que se esforzará por contribuir en todo lo posible a la realización de tal proyecto” (Declaración Balfour del 2 de noviembre).

Periodo Turco Otomano 1517-1917

Este periodo es significativo en la historia de Palestina, pues dura 400 años.

Gran Bretaña promete a los árabes la independencia a condición de que participen en el combate contra Turquía, que en esa época era aliada del Reich alemán (acuerdos Hussein – Macmahon).

Segunda ola de inmigración de 40.000 judíos rusos. En 1914, alrededor de 85.000 judíos viven en Palestina, 45.000 en Jerusalén y 10.000 en Jaffa.

Aparece la novela utópica de Herzl, titulada “tierra antigua, nueva tierra”.

Creación de un Fondo Nacional Judío, cuya tarea consiste en adquirir propiedades territoriales en Palestina. En diciembre, Quinto Congreso Sionista en Basilea. Haim Weizmann y Martin Buber fundan la “fracción democrática sionista”.

Segundo Congreso Sionista. Herzl se esfuerza por crear una organización nacional en la “antigua Tierra”.

El 21 de agosto, Theodor Herzl convoca en Basilea el Primer Congreso Sionista.Bajo su presidencia, el Congreso adopta el programa de Basilea: “El sionismo aspira a crear para el pueblo judío un “hogar nacional judío garantizado por derecho” en Palestina”. Herzl es elegido primer Presidente de la Organización Sionista Mundial.

El 14 de febrero, publicación en Viena de la Obra fundadora del sionismo: El Estado de los judío Contribución a una solución moderna de la cuestión judía de Theodor Herzl.

Éste declara: “Palestina sigue siendo nuestra patria histórica inolvidable. Si su majestad el Sultán consintiese en darnos Palestina, podríamos dedicarnos a poner en orden las finanzas de Turquía (…). La guardia de honor, vigilando los lugares sagrados, sería el gran símbolo de la solución a la cuestión judía tras dieciocho largos siglos de sufrimiento”.

Primera ola de inmigración de judíos rusos y polacos tras los “pogroms” que se inicia en Rusia en 1881. Fundación de las primeras colonias judías en Palestina por el grupo Hoveve Zion (Los Amantes de Sión).

1882 Aparición en Odessa del panfleto de León Pinsker, La Autoemancipación, en el que pide una patria independiente y unida para todos los judíos.

El Imperio Turco, bajo el nombre del Islam, conquista Palestina y a toda la zona.

Bajo la dominación otomana, Palestina forma parte de la región de Bilad Ashsham.

Los Cruzados

La Dinastía Ayyubi continua el desarrollo de la civilizaciónIslámica.Los mamelucos de Egipto restauran las mezquitas, y una variedad de edificaciones en Palestina.En el año 1516 el Imperio Otomano conquistó Jerusalén. Mantuvo allí su hegemonía hasta el fin de la Primera Guerra Mundial.

Saladino vence a los cruzados y retorna Palestina a los árabes musulmanes.

Los Cruzados capturan Jerusalén y ocupan Palestina, siendo Al- Ramlah su primera posesión. Los cruzados cercaron la ciudad y más de 70.000 personas fueron asesinadas en la Mezquita de Al-Aqsa.

Este período se caracteriza por la llegada de la clase medieval europea para adquirir tierras.

Los árabes derrotaron al Imperio Bizantino en Siria y Palestina. Debido a su ubicación geográfica, Arabia era un puente de comercio entre Oriente y Occidente. La Mecca se convirtió en el centro donde se cristalizó la propiedad privada, lo que enfatizó aun más la diferencia entre clases sociales. Jerusalén se convierte en ciudad musulmana y el Califa Omeya Abdul Malek construye el Domo de la Roca y restaura la mezquita de Omar, la que fue construida por Omar Ben Al Khattab al liberar Jerusalén. El objetivo de Abdul Malek fue netamente político, para desviar la atención de los musulmanes hacia Jerusalén.

En este año se produce la conquista árabe islámica, cuando el Califa Omar Ben Al Khattab llegó a Jerusalén para recibir las llaves de la ciudad del patriarca romano. Palestina es conquistada por los árabes musulmanes y la mayoría de los habitantes de Palestina se convierten al Islam.

En este período se construyen muchas iglesias en Palestina, siendo la más importante de ellas, la de La Natividad. Otras fueron Ein al Hanniyeh (Beit Safafa), Khirbat Asida (Beit Umma), Tell Hassan (Jericó)

Prehistoria

Se decreta el Edicto de Milán, con lo que el Cristianismo pasa a ser la religión oficial del Imperio, al igual que los romanos una gran parte de los palestinos se convierten al cristianismo.

El Emperador Romano Adrián cerca de Jerusalén, expulsa nuevamente a los judíos y cambia el nombre de la ciudad a Elía; los que quedaron ahí se trasladaron a Egipto y al norte de Africa.

Tito destruye Jerusalén y el Templo, expulso a todos los judíos de Palestina. A partir de entonces no tienen relación política con dicho territorio.

Nace Jesucristo en Belén (calendario gregoriano)

Pompeyo el grande pone fin a la Dinastía selyúcida de Siria, y convierte a Siria en una provincia romana. Palestina también cayó bajo los romanos. Los romanos introducen en Palestina las piedras pesadas, las que ayudaran a construir templos, fortalezas, etc. además construyen caminos que unirán las aldeas con las ciudades.

El senado Romano nombra a Herodes gran rey de Judea.

Los Romanos ocupan Siria y Palestina

Alejandro Magno, captura a Jerusalén con lo que comienza el dominio Helénico. El deseaba la invasión para explotar los recursos de Palestina, además de dominar la ruta de las caravanas.

Palestina es gobernada por los Persas. El rey de Persa, Ciro, destruye el reino Babilonio con la ayuda de los judíos después de haberles prometido el retorno a Palestina. Aquellos que regresaron construyeron el segundo templo en Jerusalén.

Durante el Gobierno de Ramses II se produce la salida de los israelitas de Egipto conducidos por Moisés.

Asciende al trono de Egipto Ramses II

Tohomos III invade la totalidad de la zona ocupando hasta la región de Al Así (Siria). Entre los pueblos con los que Egipto estaba en continua guerra se distinguían los hititas, los que se hicieron fuertes en la Fenicia Boreal y comenzaron a penetrar Palestina donde los reyes de esta dejaron de pagar impuestos a Egipto y se sometieron al nuevo dominador.

Egipto comienza la lucha de liberación contra los Hiksos.

Los Hiksos, (reyes pastores, caudillos extranjeros) introdujeron elementos indoeuropeos. Con caballos y carros ligeros de combate constituyeron una casta militar que gobernó Egipto desde su nueva capital Avaris, y remplazó a la dinastía nacional que hasta entonces había reina. Al atacar a los egipcios lo hicieron a través de Palestina debilitando con esto la influencia de la XIII Familia Faraónica en el Norte de Egipto.

Sara tiene un hijo con Abraham, al que llamó Isaak, y  expulsa a Agar y a su hijo al Desierto de Arabia, quedándose donde actualmente se  ubica La Meca.

Abraham estando casado con Sara, tiene un Hijo con la Egipcia Agar, al que llamaran Ismael, quien fue el padre de los Arabes.

Toda la región desde el Mediterráneo hasta las fronteras del imperio babilónico, estuvo dominada por príncipes amorreos, teniendo como rivale al imperio babilónico. Comienza la era Bíblica en la tierra de Palestina, cuando Abraham se traslada de Ur, en Mesopotamia, hacia Palestina.

Aparece el escrito, posiblemente más antiguo de esta etapa, fue el escrito de Senohy, el que habló de las uvas, el vino, la miel, las aceitunas, los rebaños, como un reflejo de florecimiento económico. A partir de la muerte del Faraón Annemis, comienza una etapa de lucha contra los atacantes egipcios, los que eran rechazados o no de acuerdo a la fortaleza de cada Faraón.

Los Cananeos fueron los primeros pueblos en habitar Palestina, donde estamparon su sello propio en esta tierra, la que se conoció en la historia con el nombre de “Tierra de Canaan”. Aunque en el antiguo Testamento se denomina cananeo a todos los que habitaban el Oeste del Río Jordán. Los que moraban en esta zona se les conoce como amorites (amorru = occidentales), los que posteriormente se dividen en siete tribus, que eras; amorites, cananeos, hitites, hivites, girgazites, perizzites, y jebuzites. Los Amorites presentaban las características particulares de los semitas y luego de su conversión en cananeos, quedó ese nombre como el único que generalizaba la población semita. Los Amorreos aprendieron el uso del bronce. En este período se producen dos guerras con Egipto, producida en tiempos de la V familia Faraónica, y posteriormente se conoce la otra dirigida por el líder egipcio Wana, en tiempos de la VI Familia. Durante estas guerras los egipcios tuvieron una gran influencia sobre los cananeos, y al finalizar la guerra estas agrupaciones cananeas estaban centradas en la agricultura, llegando a ser una de las más florecientes de la historia. Palestina comerciaba y se relacionaba con otras culturas de la Creciente Fértil (desde Egipto a Mesopotamia). A partir del año 2000 a.C. estas oleadas migratorias formaron estados en todas las regiones.

Se desarrolla en la región una cultura llamada gassulianade Tulaylat al-Gassul, al norte del Mar Muerto y el Golfo de Aqaba, donde abunda el cobre. Sus habitantes vivían en cuevas calcáreas, usaban instrumentos y utensilios de piedra. Estos pertenecían a una raza indoeuropea, específicamente a la familia armenoide (armenios). Las fuentes étnicas del pueblo palestino se reducen a dos principales: Las ya mencionadas poblaciones más antiguas y las oleadas de tribus semitas árabes que habitaban las costas occidentales y el interior de la Península Arábiga, se dirigieron hacia el norte en busca de agua. Los Amoritashabitaron las partes interiores del sudeste de Siria.Este pueblo semita procedente del interior de la península Arábiga, se instalaron en una tierra desde entonces conocida como Canaan, la que más tarde se llamará Palestina. Los Cananeos, se instalaron en las costas y zona sud occidental de Palestina; y los Fenicios, toda la costa desde la desembocadura del río Asy hasta el sur del Monte del Carmelo; los Asirios se establecieron en el norte de Irak y los Babilonios, en la zona sur. Las oleadas inmigratorias de origen semita se dirigieron a la península arábiga, hacia las tierras que hoy ocupan Egipto, Iraq, Siria, Líbano y Palestina.

Este período se caracteriza por las primeras aglomeraciones de habitaciones humanas que conocemos: Jericó, Gezer, Meggido, etc. teniendo Jericó una existencia continuada durante siete mil años a.C. (la historia más larga de todas las ciudades del mundo y aun siguen habitadas). Provenientes de la Península arábiga son las tribus que emigraron a los valles del Tigris y del Eufrates las que tienen un parentesco lingüístico, cultural y religioso. (El científico A.L.Schlözer fue quien por primera vez bautiza a estas tribus con el nombre de Semitas, haciéndolas descender de Sem, hijo de Noé, las que poblarían el sector después del diluvio.

Este período esta representado en Palestina por la llamada Natufiana por haber sido excavada en Wadi al-Natuf, al noroeste de Jerusalén. Estos vivían en cuevas y se dedicaban al pastoreo y a la agricultura. En este período se inicia en el Próximo Oriente una fase de domesticación de animales y cultivos de plantes más importantes.

En este período los seres humanos comienzan a elaborar herramientas de piedra de reducidas dimensiones como las láminas para cortar; y de hueso, como las agujas y otros instrumentos de precisión.

En este período viven los primeros seres humanos y se les conoce con diferentes nombres: Autralophitecus, Homo habilis y Homo erectus. Las glaciaciones de este período no alcanzan al Sahara Occidental. Los hombres de esta época eran cazadores y recolectores nómadas, vivían de la caza y de la recolección de plantas. El período Paleolítico inferior se divide en dos, según el tipo de instrumento de piedra que utilizaban. Primero fue el tipo de guijarros tallados, y después el período achelense, conocido también como período de los bifaciales o hachas de mano. En Palestina el tayacience se encuentra en la base de las cuevas de Et Tabun (monte Carmelo) y de Um Qatafa (Ribera Occidental del río Jordán).