El arte del bordado en Palestina: conocimientos, técnicas, prácticas y rituales

Inscrito en 2021 en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

El arte tradicional del bordado está muy extendido en Palestina. En un principio, los bordados se confeccionaban y se llevaban casi exclusivamente en las zonas rurales, pero ahora el arte de su confección se ha difundido por todo el país y entre los miembros de la diáspora. El atuendo de las aldeanas se compone en general de un vestido largo, un pantalón, una chaqueta, un pañuelo para la cabeza y un velo. Esas prendas suelen ir adornadas con bordados de muy diversos motivos, ya sean aves, árboles o flores. Los tipos de motivos y colores escogidos son indicativos de la región de procedencia, la situación matrimonial y la condición socioeconómica de cada mujer. La principal prenda vestimentaria es un vestido amplio llamado thob con bordados en el busto, las mangas y los puños, así como tiras bordadas que van desde el talle hasta el borde bajero. Los bordados se ejecutan con hilo de seda en tejidos de lana, lino o algodón. Como el arte del bordado es una práctica intergeneracional, las bordadoras se reúnen a coser y bordar en casa de alguna de ellas haciéndose acompañar frecuentemente por sus hijas. Aunque muchas mujeres bordan simplemente por afición, otras confeccionan individualmente o en grupos piezas bordadas para venderlas y obtener así ingresos suplementarios para sus familias. Esos grupos trabajan en el domicilio de una de las bordadoras o en centros comunitarios donde pueden vender los productos de sus labores. Este elemento del patrimonio cultural inmaterial se transmite de madres a hijas y también mediante un aprendizaje formal.